LLanes, el “gordo”, oficial de caso

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Autor/Fuente
Coronel ® Nelson Domínguez Morera (NOEL)
Fecha de publicación
Lunes, Abril 5, 2021 - 12:19

Mucho le deben los Oficiales Operativos de la contrainteligencia  de aquella memorable época de 1961, cuando no se dormía, poco se comía  y andaban en 'guagua', cuidando los comprobantes del viaje y el de las "transferencias" para que después se les reintegrara su importe.
Era el preferido entre los bisoños oficiales recién salidos de la única escuela de esa especialidad, gracias a su constancia, inteligencia y resistencia física para sobreponerse a las interminables y estresantes tandas de interrogatorios, alargadas debido a la inexperiencia. Él se encargaba de suplir esos 'baches' desde la Instrucción penal con astucia hasta lograr confesar a los detenidos, utilizando solo los métodos revolucionarios infundidos por Fidel desde la Sierra sobre el trato siempre humanizado al enemigo capturado.
 El después capitán REYNALDO JULIÁN LLANES ARJONA, iniciado con solo quince años de edad en Quinta y 14, primera instalación de Operaciones de la Seguridad del Estado, tampoco era un experto. Sin embargo había madurado apresuradamente en el enfrentamiento constante a enemigos peligrosos, armados, dispuestos a jugarse la vida conocedores de que el intento de atentar contra el Jefe de la Revolución se pagaba bien caro.

Era el primero en arrojo, en las patrullas civiles o militares de los carros del G-2 dirigidos por "Tito" Márquez, lo mismo participaba en las detenciones, como en los registros para encontrar las pruebas necesarias y después, como si la tensión no existiese, se metía en el cuarto de interrogatorio lograr confesiones de los encausados, empleando medidas persuasivas que en no pocos casos contaron con la inesperada presencia del máximo líder de la Revolución.
La lucha para desactivar la contrarrevolución  auspiciada por el gobierno de turno yanqui y la CIA, forjó sobre la marcha a hombres y mujeres destacados de la incipiente Seguridad del Estado, el G-2.  Los recién iniciados distinguían a LLanes Arjona, el más joven de todos y tan profesional como el resto y preferían coordinar  sus casos con aquel a quien cariñosamente apodaban "El Gordo”, en la búsqueda de la eficiencia que reclamaba la presentación de expedientes ante los tribunales.
Hombre de buen apetito, fornido en extremo aunque sin obesidad, bien parecido, con prematuras entradas profundas que lo llevarían a pronta calvicie, LLanes era respetado, escuchaba atento todas las argumentaciones, indicada con agudeza, modestia y sencillez.
 Por sus inigualables méritos fue promovido gradualmente hasta llegar al grado de Teniente Coronel y ocupar en 1979 la jefatura de la Ayudantía del Vice Ministro Primero de entonces.
 Hasta que un fatal 23 de Marzo de 1979, producto del cansancio, se dormitó al timón rumbo al Salón de Protocolo del Laguito, en
el cruce de ferrocarril de la calle 100.Todos se quedaron esperándolo, incluido el Comandante en Jefe. Ese día le sería impuesta la merecida Medalla en Conmemoración de los Veinte Años de la Seguridad del Estado, la  primera otorgada por el Consejo de Estado a la institución.
Poco después, "El Gordo" fue ascendido   póstumamente al grado de Coronel, en presencia de compañeros con lo que había compartido alegría y sinsabores, y de su hijo, también Oficial de la Seguridad del Estado .

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