¿QUÉ PASÓ CON LOS ASALTANTES DE LOS CUARTELES DESPUÉS DEL 26 DE JULIO DE 1953?
¿Cuál fue el destino de los 158 jóvenes que el 26 de julio de 1953, liderados por Fidel Castro salieron desde el Occidente de Cuba hacia el Oriente, a ofrendar su sangre y su vida para que José Martí no muriera en el año de su centenario y siguiera viviendo en el alma de la Patria?
Al exponer ese tema, lo primero que resalta es la desinformación y el desconcierto de la tiranía sobre la procedencia de los asaltantes.
Los que detentaban el poder ni muchos que lo defendían, no concebían que personas humildes, sin cargos ni aspiraciones de poseerlos, arriesgaran su vida asaltando tan importantes posiciones militares: el bien fortificado cuartel Guillermón Moncada, en la capital oriental, y el Carlos Manuel de Céspedes, en la ciudad e Bayamo, virtualmente la puerta de acceso y retaguardia de aquél. A eso contribuyó también la organización, disciplina y discreción que caracterizaron al Movimiento.