La toma de Las Tunas en la Guerra De Independencia Cubana
A partir del 30 de agosto de 1897, el alto mando español en Cuba se convenció de que ninguna ciudad de la isla podía considerarse a salvo de un asalto similar; cada día sería más difícil sostener el pendón de Castilla en la isla, y esta verdad fue evidente también para la opinión pública internacional, favorable en la mayoría de los países a la causa de la independencia cubana.
El mayor general Calixto García envió un informe detallado de la batalla al General en Jefe del Ejército Libertador de Cuba, Máximo Gómez Báez, quien al conocer el valor demostrado por las fuerzas participantes, a las cuales él conocía personalmente, decidió felicitarlos por la victoria obtenida, para orgullo de aquellos combatientes de la libertad.
La victoriosa batalla de Las Tunas confirmó las habilidades del mayor general Calixto García como poliorcete, es decir expugnador de plazas fortificadas. Demostró de forma fehaciente que nada ni nadie podría impedir el avance indetenible de la revolución emancipadora de la República de Cuba en Armas.