Para lo que sea, como sea y donde sea…

Printer Friendly, PDF & Email
Autor/Fuente
Ernesto Pérez Shelton
Fecha de publicación
Lunes, Noviembre 1, 2021 - 15:00

CUANDO EL ENTONCES COMANDANTE RAÚL CASTRO RUZ, CON LA NACIÓN EN PIE DE GUERRA, FUNDABA EL 3ER CUERPO DE EJERCITO EN HOLGUIN, RECIBIÓ UNA LLAMADA TELEFÓNICA DESDE LA HABANA SOBRE UN HECHO QUE RESULTARÍA TRASCENDENTE…

Era domingo 28 de octubre de 1962 y el país se encontraba bajo la amenaza de un  conflicto nuclear de proporciones incalculables,  el capitán Joel Ángel Chaveco Hernández, jefe de la 56 División de Infantería del Ejército, había sido citado a una importante reunión  en Holguín. La víspera, día  en que cumplía 24 años de edad, había sido una jornada lluviosa y llena de tensiones y peligros que  mantenían en vilo al planeta. Volaban aviones enemigos en vuelo rasante por sobre las unidades cubanas y Fidel había ordenado abrirles fuego. Fue dentro de ese contexto que un cohete soviético antiaéreo derribó un avión espía estadounidense, que cayó  dentro del área de la división, lo cual constituyó un momento de máxima tensión, porque, como diría el propio Comandante, años más tarde, al periodista italiano Gianni Miná: “de hecho se estaba combatiendo”. Sin embargo, esa situación, no fue óbice para que los hombres de la división dejaran de felicitar y homenajear a su jefe en el día su onomástico. El buen estado de ánimo entre los combatientes de la unidad frente a la situación creada no era otro que el de todo el pueblo de Cuba en aquellos críticos momentos.

¿Por qué se instalaron cohetes nucleares en Cuba?

Después de la derrota de la invasión mercenaria del imperialismo yanqui por Playa Girón, el gobierno de EE UU preparaba una agresión directa contra Cuba. Fue así como el gobierno  soviético propuso al cubano a fines de mayo de 1962 instalar armamento nuclear en Cuba como disuasivo ante la inminente invasión directa de Estados Unidos. Aceptada por Cuba  la iniciativa del primer ministro de la URSS, Nikita Jruschov, el Comandante en Jefe Fidel Castro propuso hacer una declaración pública advirtiendo a Estados Unidos, igual que ellos hacían en circunstancias similares, que un ataque a Cuba sería considerado como un ataque a la URSS. El gobierno soviético respondió que tal anuncio se haría oportunamente. Sobre este particular el gobierno de la Isla insistió reiteradamente.

Entre los días 14 y 15 de octubre, aviones espías estadounidenses Utility Two (U-2) confirmaron mediante fotografías el emplazamiento de rampas coheteriles en distintas áreas del territorio cubano. Aunque el presidente John F. Kennedy fue informado el 16, la noticia ya era conocida a través de Oleg Penkovsky, quien informó acerca de la construcción de plataformas para cohetes SS- 4 en nuestro país. Esos proyectiles nucleares, desde Cuba, cubrían objetivos en toda la profundidad del territorio norteamericano, fortaleciendo notablemente el potencial del campo socialista y, de hecho, convertían a Cuba en un fuerte disuasivo para EE UU en sus preparativos  de invasión directa. Las medidas anunciadas por Kennedy en su discurso del 22 de octubre, a la par que las reuniones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Consejo de Seguridad de la ONU, tenían como fin sancionar la “amenaza de la paz” y exigir la retirada de todas las “armas ofensivas” de Cuba, bajo supervisión de observadores. Cuando se anunció el discurso de Kennedy, ya Fidel  había dado la orden de alarma de combate: La nación amaneció en pie de guerra lista para rechazar cualquier ataque. A lo largo y ancho del archipiélago resonaba como un trueno, surgido de millones de voces el grito de ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!  “El pueblo todo de Cuba se levantó  como un Maceo” - al  decir del comandante Che Guevara.

En octubre de 1962 había en Cuba 42 mil soldados soviéticos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias disponían de casi 300 mil hombres sobre las armas. Cuba no estaba dispuesta a permitir una nueva agresión, que después de Girón iba a ser una invasión directa por fuerzas norteamericanas, y las tropas soviéticas estaban en nuestro territorio  para ayudar a repelerla. La nación estaba en todo su derecho.

La región norte de la antigua provincia de Oriente (actual de Holguín) era una dirección operativa estratégica de la defensa de nuestro país contra desembarcos navales y aéreos del enemigo donde cumplían misiones, además de la  56 división, la 53 y la 59 y otras grandes unidades de tiempo de guerra (de la reserva); batallón de tanques pesados contra desembarcos, batallón de obstáculos, grupos de artillería y morteros y unidades de artillería antiaérea y otras unidades de aseguramientos combativos que incluía líneas de despliegues para contrataques de fuerzas superiores donde cumplían misiones, importantes unidades del Ejército, reforzadas con tanques, artillería de campaña de mediano y largo alcance y reactiva, unidades ingenieras, antitanques, antiaéreas y aéreas de combate que contaba además con el apoyo de tropas coheteriles soviéticas e incluían un poderoso regimiento moto mecanizado  soviético concentrado en las inmediaciones de la ciudad de Holguín, equipado con los medios y armamentos más modernos de la época, al mando  del entonces coronel Dimitri TImofeevich Yázov (1924 - 2020), gran amigo de Cuba, quien con el tiempo llegaría a Mariscal de la Unión Soviética y Ministro de Defensa de ese país. En la bahía de Banes se encontraban escuadrillas de lanchas coheteras y torpederas soviéticas y emplazados convenientemente en esa zona los cohetes Sopkas tierra – mar, capaces de portar ojivas convencionales y nucleares tácticas, así como los cohetes tierra aire que derribaron el avión espía. En la base aérea de Holguín, escuadrillas de aviones y helicópteros de combate, estaban listos para entrar en acción.

EL AVIÓN CHOCÓ CON UNA PALMA…

Alrededor de las 11:00 horas en la jefatura de la región militar de Holguín se dio la voz de atención, había llegado a la reunión el Ministro de las FAR  acompañado por su sustituto para el Ejército Oriental, el comandante Calixto García Martínez y, otros altos oficiales. El Ministro estaba de buen talante, se acercó solícito y sonriente al grupo de oficiales reunidos y, con sus dos manos, fue saludándolos uno a uno y a cada cual iba diciéndole algo personal con palabras afectuosas. Hizo preguntas y jaraneó.

Luego hizo un aparte con algunos oficiales y se retiró en compañía de los jefes principales, entre ellos Chaveco. Antes de abandonar el  edificio respondió una llamada urgente de la Habana. El comandante Belarmino Castilla Más, Aníbal, entonces jefe del Estado Mayor del Ejército, recordaba que él asistido ese día 28 con Raúl a la constitución del Cuerpo de Ejército. En vez de ir por la Carretera Central desde Santiago de Cuba tomaron por vías interiores hacía el norte. En Marcané, varios campesinos  rodearon al Ministro y le preguntaron por el origen de la explosión sentida en la mañana anterior. “Parece que un avión chocó con una palma”, respondió el interrogado; pero uno de los vecinos precisó que habían sido dos explosiones”. “¡Entonces chocó con dos palmas!”, le contestó Raúl. Aníbal recordaba también la llamada telefónica de la Habana para el Ministro.

Raúl se había enterado de la retirada de los cohetes atómicos allí- afirmó el jefe de Estado Mayor del Ejército-, en la lomita donde estaba el centro de comunicaciones. Se puso hablar por teléfono con Fidel: se le oía repetir lo que le comunicaba el Comandante en Jefe: “¿Pero te enteraste por los cables?”, recordaba haberle oído decir a Raúl. Fidel había conocido por los cables el acuerdo soviético – norteamericano de retirar los cohetes, dejando a Cuba al margen de las conversaciones. Ese día, se hizo pública una carta de Jrushchov a Kennedy (una torpeza), donde se comprometía a retirar los cohetes,  dando lugar a una situación inaceptable que solo la posición valiente e intransigente de los dirigentes cubanos, al negarse a cualquier tipo de inspección en su territorio y plantear los históricos Cinco Puntos, salvó el prestigio moral y político de la Revolución en aquellos trascendentales momentos:

LOS CINCO PUNTOS

  1. Cese del bloqueo económico y  de todas las medidas de presión comercial y económica de Estados Unidos contra nuestro país.
  2. Cese de todas las actividades subversivas
  3. Cese de las violaciones de nuestro espacio aéreo
  4. Cese de los ataque piratas (mercenarios)
  5. Retirada de la Base Naval de Guantánamo y devolución del territorio ocupado por Estados Unidos.

Exigencias que aún mantiene nuestro país.

Cuando en la tarde regresó el capitán Chaveco a la sede del Sector Militar donde se había efectuado en la mañana el encuentro con Raúl, se informó acerca de la creación del 3er Cuerpo de Ejército para todas las unidades cubanas de la costa norte de la antigua provincia de Oriente, del cual él (Chaveco) había sido designado jefe.

“La decisión de constituir el cuerpo - explicaba Belarmino Castilla-, y poner a Chaveco al frente, la tomó el Ministro en medio de la crisis, para fortalecer la dirección del norte oriental”. No solo se fortalecía el mando de las unidades cubanas, sino también la cooperación con las unidades soviéticas desplegadas en el territorio. Se establecía así un grupo pequeño operativo y compacto, capaz de dirigir y coordinar las operaciones. Había en ese momento unos 30 mil hombres sobre las armas en ese territorio.

Entre el 22 y el 31 de octubre de 1962, el mundo estuvo al borde de una guerra nuclear. Por esos días, la dignidad de nuestro pueblo y su coraje se evidenciaron una vez más. Frente a las amenazas y peligros solo hubo, como dijera Fidel a Nikita, el premier soviético, en carta fechada el 31 de octubre, “en Cuba solo hubo una clase de alarma, la alarma de combate”.

“Nunca brilló más alto un estadista” – rubricó en su carta de despedida el Guerrillero Heroico.

EN MEMORIA DE CAMILO CIENFUEGOS

Esa noche del 28 de octubre en Santiago, el comandante Raúl Castro en un acto multitudinario de conmemoración de la desaparición física del comandante Camilo Cienfuegos, ante el enardecido y heroico pueblo santiaguero, vestido de miliciano y verde olivo, dijo por primera vez una frase que nos acompañaría desde entonces y durante todos estos años: “Para lo que sea como sea y donde sea, ¡Comandante en jefe, ordene!”

Añadir nuevo comentario

Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.

CAPTCHA de imagen
Escriba los caracteres que ve en la imagen.