La semana sangrienta
La enorme maquinaria de subversión ideológica financiada por Estados Unidos, desde un tiempo para acá está tratando de mostrar una Cuba anterior a 1959 totalmente distinta a la existió realmente.
Utilizan las redes sociales, publican libros, programas de televisión, etc.
Batista para ellos, no fue el monstruo que nuestro país conoció y sufrió, falta poco para que lo conviertan en un santo. Lo mismo hacen con figuras de políticos corrompidos y asesinos de la época. La mayoría de estos personajes ya fallecieron, pero quedan los herederos espirituales, y no pocos de ellos también consanguíneos, de ese horrendo pasado.
Se trata de una parte importante de la guerra mediática, con el objetivo de lograr un ablandamiento de la conciencia revolucionaria de las nuevas generaciones, que naturalmente no vivieron aquella etapa cruel de la vida nacional, para de esta forma facilitar el golpe suave que están urdiendo contra la Revolución.
La historia que conocimos los pinareños recoge numerosos hechos que fortalecen nuestra convicción política y revolucionaria, en el sentido de impedir un regreso al. sistema capitalista y semi feudal que derrocamos, aunque ahora lo pinten como un paraíso.
En estos días se ha conmemorado el 63 aniversario de la Semana sangrienta, como el pueblo la nombró por los horribles hechos ocurridos del 21 al 24 de octubre de 1958, en los municipios de Pinar del Río y Los Palacios.
(Debo expresar mi reconocimiento por sus publicaciones en las redes sociales, al compañero Sinecio Díaz, presidente de los combatientes en el municipio de Pinar del Río y a la compañera Sandra Peraza, de la Dirección Provincial de Atención a Combatientes de PR, que me permito citar a continuación, incluyendo las fotos).
El día 21 fueron llevados por la Policía al kilómetro 11 y medio de la carretera de Luis Lazo y en ese apartado lugar asesinaron a los hermanos Barcón: Gilberto, Enrique y José Antonio.
Los jerarcas de la Policía y del Servicio de Inteligencia Militar, sabían que eran inocentes del hecho que les imputaban, no obstante saciaron en ellos su sed de venganza. También ese propio día fueron asesinados en el municipio de Los Palacios, Francisco Páez González, Pedro Hernández Camejo y Luis Cardoso García.
El día 23 ultimaron en la ciudad de Pinar del Río a Pedro Raúl Sánchez (Laito). Ese mismo día cumplía 17 años de edad. Muy temprano ingresó en los grupos de acción del Movimiento 26 de Julio. Se convirtió en un niño héroe. En igual fecha era asesinado Nicolás Torres Abreu, en el poblado de Minas de Matahambre.
Y el día 24 la jauría batistiana ultimó a 2 jóvenes también héroes de los grupos de acción del Movimiento 26 de Julio, Lázaro Acosta Paulín (El Pandeao) y Carlos Hidalgo Díaz (El Gatico) y al estudiante de medicina Justo Legón Padilla, que por indicaciones de la jefatura del Movimiento 26 de Julio, había ido a curar al Pandeao que estaba herido.
En Los Palacios fue asesinado también en esa fecha, Alfredo Núñez Valdés.
En el período de la tiranía de Batista se perpetraron incontables crímenes, a lo largo y ancho del país.
Los pinareños estamos en el deber de escribir y divulgar más sobre el heroísmo y el martirologio de nuestra provincia.
No solo será el homenaje merecido por nuestros héroes y mártires.
Será también parte de nuestra preparación política para enfrentar los nuevos combates que se aproximan.
